martes, 19 de diciembre de 2017

Después de tantos años, me doy cuenta que la última entrada es cómo me estuve sintiendo hoy, y me parece realmente loco que haya cosas que no cambiaron en medio de tanto torbellino de sentimientos. 
Cuánto hace que no escribo, ya perdí la costumbre. Miro 7 años para atrás y veo que recién empezaba todo, ya ni sé cómo se hace esto, y pienso que ojalá no lo lea nadie, lo paradójico de sentir más pudor que cuando tenía recién 17 años; seguramente era mucho más naíf que ahora, al menos creía en todo -esto es una especie de diario íntimo a los 25 años, quién lo diría?-. 
Es difícil saber por dónde empezar, creo que si de algo estoy segura es que mi vida nunca tuvo, ni va a tener, algún hilo conductor, siempre se dio todo por locuras e impulsos, y donde estoy parada hoy es donde siempre quise estar, al menos la primer etapa donde siempre quise estar, porque a veces siento que no tengo un techo, y otra veces siento que no puedo con todo, pero prefiero mi primera versión. 
Hace un tiempo descubrí muchas situaciones de la vida, actitudes o comportamientos, y me puse del lado del analista de mi propio yo, y entendí por primera vez lo que era para mi estar viva. Pienso que no de la manera que esperaba, pero esa típica frase "todo pasa por algo" al fin tuvo sentido; aprendí a encontrarme, a saber qué era lo que me gustaba, cuáles eran las personas que realmente movían a mi corazón, dejé de pensar en situaciones superficiales, en aquello que todos esperaban de mí. No puedo decir que todo me está saliendo a la perfección, pero al menos me está saliendo. Sentirme tanto tiempo estancada, con un corazón lleno de angustia, con un amor tan profundo que se volvía vacío, me abrió los ojos para poder buscar otro camino que aunque al principio dolió hasta el centro del alma, me despertó de una manera que no esperaba.
Tengo más miedos que antes, esa es la herida que queda latente, miedo a perder, ése, sobretodo, es el que más me está costando y se lleva muchas lágrimas todos los días. Siempre intenté de alguna manera, aunque me fuera casi imposible, cerrar los ojos y enfrentar todo, pero últimamente me encuentro con que hay algunos rincones que todavía no están del todo iluminados, porque confiar me cuesta, entregarme cuesta un poco más, y amar es algo que está haciendo estallar mi corazón. Es mi esencia, es lo que mejor me hace y creo sé hacer, pero cómo me cuesta poder mirar a alguien y sentir que estoy abriendo mi corazón otra vez, ¿y si me lastima? ¿y si no soy lo que esperaba? ¿y si esta versión incompleta rompe algo que puede ser mejor?. No esperaba, claramente, pasar por todo esto tan rápido, el problema (o no) es cuando se te cruza un corazón y te da la mano, el mundo se desequilibra, y los caminos tienen menos bifurcaciones. Siempre elijo el mismo, el de amar, pero esta vez con tanto miedo a perder, y cuesta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sólo buscaba que nos admiráramos, y que en el lugar más profundo nos miráramos hasta sentir que otra vez existía el amor. Pero la nostalgia ...